Controlando algunos aspectos de la alimentación podemos evitar que nuestro organismo retenga líquidos.
Es importante llevar a cabo una dieta rica en potasio, frutas, verduras y legumbres; y baja en sodio, es decir, debemos controlar la ingesta de sal en las comidas. De vital importancia, resulta también hidratarnos en profundidad, bebiendo dos litros de agua diarios.
Cómo eliminar la retención de líquidos
Para ayudaros, os hemos preparado una lista de alimentos con alto contenido en sodio que debemos evitar en la medida de lo posible:
- Los embutidos
- Las conservas
- Los ahumados
- El avecren
- Platos precocinados
- Las bebidas con gas y alcohólicas
Para hacer más ricas nuestras comidas evitando la sal, podemos condimentarlas utilizando hierbas aromáticas o especias. Os sugerimos las siguientes:
- Ajo
- Perejil
- Laurel
- Tomillo
- Albahaca
- Romero
Además, debemos ingerir proteínas en cantidad suficiente. Tras su consumo, el hígado produce la albúmina, que es la sustancia necesaria para que los fluidos no se acumulen en los tejidos causando la retención. Así qué nuestra alimentación debe incluir:
- Carne
- Pescado
- Huevos
- Legumbres
- Lácteos bajos en grasa
Como la falta de nutrientes en el organismo puede ser otra de las causas que esté contribuyendo a la indeseada retención de líquidos, debemos aportar las cantidades suficientes de:
- Vitamina C: presente en los cítricos y las verduras frescas
- Vitamina B6: presente en los pescados
- Magnesio: presente en frutos secos, espinacas…
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