Se acaban el verano y las vacaciones. La felicidad es más que relax y tiempo de ocio.
Pero la felicidad no puede depender ni de nuestras actividades ni del espacio en el que nos encontremos.
Aunque es lógico que nos sintamos más cómodos y tranquilos, más descansados, lejos de la rutina y el estrés, del trabajo y las obligaciones…, también es cierto que la felicidad es en gran medida un acto de voluntad, de algún modo depende de nosotros.
Septiembre es un mes de cambios, de retomar actividades, de ordenar o acompasar nuestro ritmo de vida. Y el regreso a lo cotidiano, tras el verano, puede provocar angustia, mal humor, irritación, ansiedad y cansancio. Es lo que conocemos como «estrés post vacacional», un problema que afecta a más personas de las que pensamos y que podemos padecer sin ser plenamente conscientes de lo que nos está sucediendo. Se considera un trastorno adaptativo estacional (y natural) provocado por la aceleración brusca del ritmo de vida. Pero, como os decíamos y salvo en el caso de tener problemas graves que no está en nuestra mano solucionar, la felicidad es más una actitud que un estado vital que dependa de algo concreto, ni de nuestra actividad ni de nuestro veraneo.
Septiembre es un momento perfecto para “volver a empezar”, es decir, instaurar nuevos hábitos saludables y mantener aquellos cuidados personales necesarios para mostrar el mejor aspecto posible en el curso que comienza. Tras un período de inactividad, nos brinda el tiempo ideal y la temperatura perfecta para atrevernos con cambios que nos entusiasmen: da igual que sea apuntarse al gimnasio, salir a correr, empezar con clases de inglés o buscar un lugar en donde aprender a hacer punto.
Consejos para ser feliz
Desde el Instituto de Belleza y Salud Patricia Moreno analizamos diez elecciones que pueden ayudarte a conquistar la felicidad:
- VIVE EL PRESENTE – No mires hacia atrás, disfruta el hoy. Piensa qué deseas conseguir y trata de perseguir tus objetivos desde que te levantes.
- DESCUBRE TUS CAPACIDADES Y TALENTOS – Poténcialos y confía en ellos.
- RECOGE TODO LO BUENO QUE TE OFREZCAN Y DEFIÉNDETE DE LO NEGATIVO – Tú debes ser una prioridad para ti mismo, ¡cuídate!
- PRESTA ATENCIÓN A LOS PEQUEÑOS PLACERES – La felicidad suele esconderse en detalles pequeños: una conversación con un amigo, un buen libro, un café delicioso, una película emocionante o una onza de chocolate…
- CÉNTRATE EN EL LADO BUENO DE LAS COSAS – Aprecia todo lo bueno que te pase. Procura evitar los pensamientos negativos.
- CUIDA TU CUERPO Y DESCANSA LO NECESARIO – Tu cuerpo es tu casa, mantén el equilibrio. Aprende a relajarte y a elegir las comidas y ejercicios que mejor se acomodan a tu rutina y estado físico.
- SONRIE – La felicidad se retroalimenta con la confianza en tus capacidades y tu buen humor.
- SÉ CONDESCENDIENTE CONTIGO MISMO – Permítete expresar tus emociones, las buenas y las malas, y pide ayuda siempre que lo necesites. Aprende a liberarte de peso buscando ayuda.
- FÍJATE METAS RAZONABLES Y LUCHA HASTA ALCANZARLAS
- SE AGRADABLE CON LOS DEMÁS – Sé agradecido y comparte ese tesoro que has conseguido. Recibirás tanto como des… o más.
El verano se ha acabado… ¡pero la felicidad puede ser interminable!